Subestimar a AdáM y Eva.

Levantarme 6.40, ponerme el uniforme a las corridas, lavarme la cara, cepillarme los dientes, abrigarme y caminar 4 cuadras helandome las piernitas no me gusta ni un poco. Pero bueno, había que volver. Hoy no tenia el mejor humor del mundo, nunca lo tengo a las 6 de la mañana.
Pero la verdad es que, yo no sabía lo felíz que me hacía ir al colegio.
La rutina no es lo mas lindo del mundo, pero con ellas ni cuenta me doy. Me había olvidado lo que era reírme tanto pero tanto a las 7.20 de la mañana. Nada puede opacar la felicidad, nada.
Nadie puede evitar que larguemos las carcajadas mas raras. Extañaba a mis amigas, mucho.
Exagerada no, ya sé, fueron dos semanas, pero igual. Volver a ver los dientes de piraña y escuchar a la corcela indomable me hizo sonreír mucho mas de lo habitual.